Santoral
Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas: En las modernas democracias, no resulta muy expresiva la imagen de un rey. Tampoco nos resulta familiar la imagen del pastor.
Con todo,
Para resaltar el carácter festivo de esta solemnidad, el color litúrgico es el blanco.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que, en nombre de Cristo, presidirá nuestra eucaristía, y uniendo nuestros corazones y nuestras voces, cantamos.
Saludo inicial
Es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies, nos dirá san Pablo.
Hermanos: Hoy honramos a Jesucristo, Rey del universo, Pastor misericordioso y Juez de la caridad.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo
por quien también nosotros
venceremos a la muerte
esté con todos ustedes.
Acto penitencial
Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la descarriada, dice el Señor. Por eso, abramos nuestro corazón a su misericordia.
– Tú eres nuestro Pastor.
Señor, ten piedad.
– Tú nos resucitarás en el último día.
Cristo, ten piedad.
– Tú vienes a nosotros en cada necesitado.
Señor, ten piedad.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Ez 34, 11-12. 15-17): El amor solícito de Dios se expresa en la fuerte imagen del pastor.
Esto dice el Señor:
«Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y velaré por ellas. Así como el pastor vela por su rebaño cuando las ovejas se encuentran dispersas, así velaré yo por mis ovejas e iré por ellas a todos los lugares por donde se dispersaron un día de niebla y oscuridad.
Yo mismo apacentaré a mis ovejas, yo mismo las haré reposar, dice el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil, y a la que está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré con justicia.
En cuanto a ti, rebaño mío, he aquí que yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos».
Salmo (Sal 22, 1-3. 5-6): En consonancia con este mensaje, el salmo 22 exalta la confianza de quien siente que el Señor es su pastor. Participamos de esta oración, aclamando: "El señor es mi pastor, nada me falta."
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
R. El señor es mi pastor, nada me falta.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios me unges la cabeza de perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
R. El señor es mi pastor, nada me falta.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
R. El señor es mi pastor, nada me falta..
Segunda lectura (1Cor 15, 20-26. 28): Al final de los tiempos, Cristo entregará al Padre el Reino, para que Dios sea todo en todos.
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte. Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al Padre, y así Dios será todo en todas las cosas.
Evangelio (Mt 25, 31-46): Jesús anuncia que, a su vuelta, seremos examinados en el amor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha.
“Vengan, benditos de mi padre; tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme”.
Los justos le contestarán entonces:
“Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?”
Y el rey les dirá:
“Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron”.
Entonces dirá también a los de la izquierda:
“Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron”.
Entonces ellos le responderán:
“Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?”
Y él les replicará:
“Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquéllos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”».
Hermanos: Jesucristo es el núcleo de nuestra fe. Pastor, Rey y Juez. Digamos con fe: Creo...
Oración de los fieles
Recemos, hermanos, para que el Reino de Dios, el reinado de Jesucristo sea aceptado por todos los hombres.
A cada intención, pedimos: Que te veamos en cada hermano, Señor.
Por Cáritas y por todas las obras de solidaridad en
Por todos los pueblos y naciones: para que reconozcan a Jesucristo, Rey del Universo. Oremos.
Por los pobres, débiles y enfermos: para que reciban la efectiva solidaridad de quienes se dicen cristianos. Oremos.
Por nuestra Iglesia Diocesana: para que pueda intensificar sus obras a favor de los necesitados. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones).
Ayúdanos, Señor, a descubrirte en cada hermano necesitado para que, por tu bondad, escuchemos un día las reconfortantes palabras: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir en herencia el Reino que les fue preparado. Te lo pedimos...
Presentación de las ofrendas
Cristo inmolado por nosotros recibió la gloria y el poder para siempre. Por eso, junto al pan y el vino, presentemos al Señor los sufrimientos y las buenas obras de todos los hombres de buena voluntad.
Prefacio (propio)
Padrenuestro
Nos preparamos a comulgar. Al Padre bueno que nos exhorta a ayudarnos y aliviarnos mutuamente para que se haga realidad su Reino, digamos con fe: Padre nuestro...
Cordero de Dios
Bendito el que viene en nombre del Señor. Éste es Jesús, Rey del Universo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a
Comunión
Hermanos: Al recibir a Cristo hermano, pidamos que él nos descubra su rostro en cada hermano necesitado. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.
Rito de conclusión
Hermanos: La misión es maravillosa. Pasar por el mundo haciendo el bien. Construyendo el Reino de Dios mediante la caridad.
El Señor esté con ustedes.
Asiste, Señor, a tu pueblo
para que, practicando con amor
las obras de misericordia,
llegue a compartir la gloria de tu Hijo,
Jesucristo, Rey del universo.
Y que la bendición de Dios...
Canto Final
Queridos amigos: Con alegría porque Jesús nos invita a acompañarlo en la construcción del Reino, nos retiramos cantando.
MEDITACIÓN:
1.-Dios no te preguntará qué modelo de coche usabas… te preguntará a cuánta gente llevaste.
2.-Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa… te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3.-Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario… te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4.-Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo… te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5.-Dios no te preguntará cuál era tu título… te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6.-Dios no te preguntará cuántos amigos tenías;… te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7.-Dios no te preguntará en qué vecindario vivías;… te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8.-Dios no te preguntará el color de tu piel;… te preguntará por la pureza de tu interior.
Pautas de la Homilía.
INICIO.
1.-Celebramos el último domingo del año litúrgico: la fiesta de “Jesucristo, Rey del Universo”, culminación de todas las fiestas del Señor a lo largo de todo el año.
2.-La fiesta de Cristo Rey nos invita a poner a Cristo en la entre tela de nuestra historia, en el corazón de todo lo que sentimos, somos y vivimos. ¡El es el amigo que nunca falla!
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