MONICIÓN DE ENTRADA
Os damos nuestra bienvenida a la Eucaristía con alegría y fraternidad. Hemos recorrido, juntos, ya muchos días de celebraciones navideñas que nos han llenado, sin duda, el corazón de amor y esperanza. Hoy es la Epifanía la presentación y ofrecimiento del Niño Dios a los pueblos gentiles, a aquellos que buscan salvarse. Los Magos de Oriente representan a todos esos pueblos que, lejos de la nación judía, iban a recibir la Redención de Dios por medio de Jesucristo. Y los tres Reyes Magos también traen una fiesta popular y entrañable que nos transporta a todos a nuestra condición de niños. Y ojalá seamos capaces de entender esta manifestación de Dios con ojos de niño, con mirada infantil. Iniciemos, pues, nuestra celebración con entusiasmo y alegría.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- El signo que muestran las lecturas de hoy es el de la luz. El profeta Isaías no deja de gritar, anunciando un amanecer luminoso, a ese pueblo que, como nosotros, siente la oscuridad de la condición humana; y les hace ver que la claridad se extiende a todo el universo.
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 60, 1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora: Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, viene a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre tilos los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios
S.- El salmo 71 fue compuesto en su origen para festejar a un gran rey de Israel, pero con el tiempo se le fue dando un sentido de profecía mesiánica que es como lo interpretamos nosotros hoy en este día de la Epifanía del Señor.
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 71
R.- SE POSTRARÁN ANTE TI, SEÑOR, TODOS LOS REYES DE LA TIERRA.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes:
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.-
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R -
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributos
que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones,
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan. R.-
El librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R –
2.- Todos los hombres serán adoradores de un mismo Dios, nos dice la segunda lectura. San Pablo en su Carta a los Efesios habla de la revelación del Espíritu Y es ya hora de que, unidos, nos sentemos a la misma mesa y compartamos el mismo pan. Pues, sólo así, la comunidad cristiana iniciará una vida nueva a través de los sacramentos; siendo en todo momento testimonio de la Epifanía de Cristo.
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 3, 2-3a 5-6
Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado a favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Palabra de Dios
3.- La manifestación de Dios a los hombres sabios y lejanos es lo que nos cuenta Mateo en el Evangelio. Y el asombro de quienes no quisieron ver al Señor en Belén se hace manifiesto cuando los Magos preguntan por Él. Ojalá, nosotros veamos también la estrella, nuestra estrella, la que nos conduce directamente a cumplir nuestra misión como cristianos.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 2, 1-12
Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
-- ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron:
-- En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el Profeta: "Y tú. Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; Pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”.
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén diciéndoles:
-- Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que había visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas, lo adoraron: después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor
La oración de los fieles
Hoy celebramos con gozo la Universalidad de la salvación de Cristo, como no podía ser de otra forma el mensaje que nos trae Jesús es para todos. Repetimos:
R.- ¡DANOS A TODOS TU SALVACIÓN, SEÑOR!
1.- Por el Papa, por los obispos y sacerdotes, para que en este año sacerdotal, redescubran el misterio de la Salvación y proclamen la Buena Nueva a todos los hombres de la tierra.
OREMOS
2.- Por los que gobiernan las naciones, para que reconociendo a Dios como Padre vean a todos los hombres como hermanos e hijos de Dios.
OREMOS
3.- Por todos los niños para que nunca pierdan la inocencia con el pasar de los años.
OREMOS
4.- Por los enfermos para que presentando su realidad ante el pesebre, ésta quede transformada por la mano poderosa de Dios.
OREMOS
5.- Por necesitados, para que hoy puedan disfrutar de la magia de los Magos y vean calmada su desgracia.
OREMOS
6.- Por todos nosotros que nos reunimos ante el altar, para que extendamos el mensaje de salvación a todos los hombres.
OREMOS
Padre, todos ponemos como los Magos de Oriente nuestros presentes a los pies del niño, toma nuestro pequeño don y hazlo fructificar.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
OFRENDAS:
1.- JUGUETES: Jesús, tú quieres que seamos felices. Ilumínanos con tu espíritu para que sepamos compartir lo que tenemos y te demos gracias por la vida, nuestro gran valor.
2.-CINCO VELAS. Jesús, tú quieres ser la luz de las naciones. Haz que los cinco continentes puedan conocer tu mensaje y tu estrella.
3.-ORO: Jesús, tú has venido como rey. Nosotros te adoramos. Ilumínanos con tu justicia y tu paz.
4.- INCIENSO: Jesús, tú eres el Hijo de Dios. Nosotros te adoramos. Ilumínanos con tu amor misericordioso a todos los hombres.
5.-MIRRA: Jesús tú eres hombre verdadero. Nosotros adoramos tu humanidad. Ilumina el sufrimiento de los mortales.
PADRE NUESTRO:
He llamado a tu puerta, Señor, y queremos decirte PADRE NUESTRO. Padre Nuestro, Padre de Jesús, tu enviado; Padre de todos los bautizados, pasados, presentes y futuros.
PAZ:
Hoy es la fiesta de la epifanía. Dios nos ha manifestado su amor y su paz en Jesucristo. ¡Ojalá nosotros fuéramos portadores de ese amor y de esa paz para todos los hombres!
MEDITACIÓN:
Te traemos, oh niño rey,
el oro de nuestra tierra.
¿Por qué lloras, rey divino?
¿Los tesoros no te alegran?
te traemos, niño Dios,
el incienso mejor de los mercados.
¿Por qué lloras, rey precioso?
¿Te asfixia tanto humo perfumado?
te traemos, niño amigo,
del sacrificio la mirra;
el niño se estremeció,
pero esbozó una sonrisa.
Salvador, ¿qué podemos ofrecerte?
nosotros, niño Dios, hoy te traemos
toda nuestra pobreza y pequeñez,
también nuestras caricias, nuestros besos.
Traemos ilusiones de los niños,
la paciencia y el dolor de los enfermos,
la lucha y el trabajo de los hombres,
todas sus esperanzas y sus sueños,
el amor de familia, de servicio,
¡qué belleza el amor y qué misterio!
Traemos los ahorros de los pobres,
monedas solidarias para el Reino;
y el canto de los pájaros alegre
y las luces de todos los luceros
y el agua de las fuentes generosas
y la fuerza vital del universo.
Perdona, niño Dios es una nana,
mas lleva como marca el : te queremos.
Y el Niño nos miraba fijamente,
uno a uno, traspasándonos, diciendo
nuestro nombre -¡qué sol en su mirada!-
nos iba regalando un ¡Yo te quiero!
Exhortación de despedida
Terminamos las fiestas navideñas con alegría, satisfacción y ternura, ¡Que esos sentimientos nos duren todo el año!
FINAL:
1.-Dejemos guiarnos por la estrella de la fe para que podamos encontrar siempre al Señor, como hicieron los magos de Oriente.
2.-Que el Señor nos conceda contemplar un día, cara a cara, la hermosura infinita de su gloria, como rezaremos en la oración colecta.
3.-Que la luz del Evangelio nos disponga y nos guíe siempre para poder contemplar con fe pura y con amor sincero el misterio del que participamos.
4.-Que nuestros mejores regalos no sean oro, incienso y mirra, como ofrecieron los reyes magos, y que representaban a Jesucristo mismo, sino que sea una vida sencilla, agradable a Dios.
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