¡Cómo es bella esta Palabra de Dios! Para vosotros, queridos Hermanos, y para
todos nosotros. Es un sabroso alimento de la Liturgia de la Palabra en este banquete
eucarístico de la fiesta de Cristo Rey. Nos muestra la identidad de Cristo Pastor-Rey, el
programa de su Reino y la profecía de su pleno cumplimiento.. A todos los que
trabajamos por el Reino nos enseña a ser pastores y reyes. Vale este mensaje para todos
los que tienen responsabilidades pastoral y educativa, para los padres, en fin, para todos
los que tienen responsabilidad de gobierno.
Liturgia de las Horas: Propio del Salterio
Color: Blanco
Santoral
Introducción a la celebración
Hermanos: Hoy se
corona el Tiempo Durante el Año: Termina el Año Litúrgico con esta gran
solemnidad en honor de Jesucristo, Rey del Universo.
En el evangelio, Jesús usa distintas imágenes para
presentarse: “Yo soy el camino; yo soy la vida; yo soy el buen Pastor. Hoy lo
honramos como Rey del Universo.
En las modernas democracias, no resulta muy expresiva la
imagen de un rey. La palabra “rey” y “reinado” hablan de soberanía, de poder y
dominio. La liturgia de hoy nos dirá qué tipo de rey es Cristo y cómo es su
reinado. Un rey muy especial: conquista su reino desde la Cruz.
Nos ponemos de pie. Recibimos al celebrante que presidirá
nuestra eucaristía y cantamos…
Saludo inicial
“Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”, oiremos
implorar al buen ladrón.
Hermanos: Que distinta sería la vida de todos si los poderosos de este mundo
imitaran a Jesús que nos propone un reino de justicia, amor y paz.
Hoy honramos a nuestro Rey que desde hace 2000 años, reina
desde la Cruz donde se entregó por nosotros.
La gracia y el amor del Padre
que quiso reconciliar consigo
a todos los hombres
mediante la cruz de Jesús
esté con ustedes.
Rito penitencial
Cada uno sabe cuánto le cuesta aceptar el reinado de Jesús en su vida. Por
ello pidamos humildemente perdón.
– Porque te proclamamos Rey, pero no
te seguimos.
Señor, ten piedad.
– Porque nos cuesta aceptar que tu
reinado pasa por la cruz.
Cristo, ten piedad.
– Porque no nos comprometemos en la
construcción de tu reino.
Señor, ten piedad.
Gloria
Glorifiquemos a
Dios porque hace casi 2000 años que Jesucristo es el centro de la historia. Gloria...
Liturgia
de la Palabra
Primera
lectura (2Sam 5, 1-3): El rey David
–símbolo del reinado de Jesús aparece como el rey ideal, ungido por el propio
Dios.
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: "Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel.""Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.
Salmo
(Sal 121, 1-2. 4-5): El salmo canta la alegría por subir a
Jerusalén, ciudad donde está el trono del rey. Participamos de esta oración,
exclamando: ¡"Vamos alegres a la casa del Señor."!
Segunda
lectura (Col 1, 12-20): San Pablo
da gracias con alegría al Padre porque nos hizo partícipes del reino de Jesús.
Hermanos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él.Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
PALABRA DE DIOS.
Evangelio
(Lc 23, 35-43): Desde la Cruz, Jesucristo es el Rey del Universo
según el corazón del Padre.
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido." Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: "Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo." Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: "Éste es el rey de los judíos." Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros." Pero el otro lo increpaba: "¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibirnos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada." Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino." Jesús le respondió: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso."
PALABRA DEL SEÑOR.
Credo
Hermanos:
Jesucristo es el núcleo de nuestra fe. El único salvador ayer, hoy y siempre.
Digamos con fervor: Creo...
Oración de los fieles
Recemos,
hermanos, para que el Reino de Dios, el reinado de Jesucristo, sea
aceptado por todos los hombres.
A cada intención respondemos: Gloria a ti, Señor Jesús.
*Por las
instituciones y movimientos de la Iglesia: para que sean mensajeros del reino
de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Oremos.
*Por todos los
pueblos y naciones: para que reconozcan a Jesucristo, Rey del Universo. Oremos.
*Por los que
sufren injusticias: para que experimenten el apoyo de quienes luchan por el
Reino. Oremos.
*Por nosotros:
para que nos comprometamos en la construcción de una sociedad mejor, imagen del
reinado de Jesús. Oremos.
*Por la Acción
Católica : para que persevere y acreciente su servicio a la Iglesia. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones).
Venga a nosotros tu reino, Señor, y reina en nuestros corazones para que
seamos testigos fieles de tu reino de amor. Te lo pedimos...
Presentación de las
ofrendas
Ofrezcamos a Dios nuestro esfuerzo
de cada día para que la sociedad refleje el reinado de Jesús.
Prefacio (previo)
Demos
gracias a Dios que consagró Sacerdote eterno y Rey del universo a Jesús para
realizar el misterio de nuestra redención.
Padrenuestro
Hermanos: Pidamos
con fervor que “venga el reino de Dios” que es el reinado de Jesús: Padre
nuestro
Cordero de Dios
Este
es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, Jesús, Rey universal,
ayer, hoy y siempre. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.
Comunión
Jesús nos hace
partícipes de su mesa para que participemos de la alegría de construir su reino.
Avisos parroquiales
(Después de la
oración postcomunión)
Rito de conclusión
La Misa ha terminado. Nuestra misión comienza.
Hermanos: “Bendito el que viene en nombre
del Señor”, hemos exclamado hoy. Este Jesús nos invita a acompañarlo en la
maravillosa empresa de construir su reino: una sociedad más justa y fraterna.
Que
el Señor esté con ustedes.
El Padre de nuestro Señor Jesucristo
que nos hizo entrar en el reino de su Hijo
les infunda la alegría y el orgullo
de trabajar en él.
Y
que la bendición de Dios...
Despedida
Hermanos:
Volvamos a la vida diaria con la alegría de saber que somos, en esta tierra,
“semilla de otro reino”.
Nos despedimos cantando.
El Señor es mi Pastor, nada me falta,
en verdes prados me hace reposar,
hacia aguas tranquilas me conduce y reposa mi alma.
Prepara ante mi una mesa y mi copa rebosa. Amen.
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