Introducción a la celebración
Hermanos
y hermanas: Estamos en una sociedad que no nos ayuda a construir la unidad.
En este 16º domingo Durante el Año, la
liturgia retoma la rica imagen del pastor y nos muestra que el plan de Dios es
otro. El Señor quiere hacer de todos los hombres una sola familia por el
reinado de Jesús, pastor compasivo y universal.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que, en nombre de
Cristo, presidirá nuestra eucaristía, y, uniendo nuestros corazones y nuestras
voces, cantamos.
Saludo inicial
Dios hizo
de todos los pueblos uno solo por la sangre de Jesús, no enseñará san Pablo.
Hermanos: Ésta es la voluntad de Dios: reunir a todos los
hombres en una gran familia guiada por Jesucristo, pastor universal.
El Dios de la esperanza,
que quiere reunir a todos los pueblos
por el amor de Jesucristo
en la comunión del Espíritu Santo,
esté con ustedes.
Acto penitencial
Cristo nos
reconcilió con Dios por medio de la cruz. Por eso, abramos el corazón a su misericordia.
– Tú que has reconciliado a todos los hombres.
Señor,
ten piedad.
– Tú que tuviste compasión de la muchedumbre.
Cristo, ten piedad.
– Tú que eres nuestra justicia y nuestra paz.
Señor, ten piedad.
Gloria
La gloria de Dios y la paz que se
nos da a través de Cristo, se las cantamos ahora con alegría: Gloria...
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Jer 23, 1-6): Dios manifiesta su propósito de reunir a
todos los hombres de todos los pueblos.
¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño --oráculo del Señor--. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: A los pastores que pastorean a mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuenta, por la maldad de vuestras acciones --oráculo del Señor--. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países a donde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen: ya no temerán ni se espantarán y ninguna se perderá --oráculo del Señor-- en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con ese nombre: "El-Señor-nuestra-justicia"
Palabra de Dios
Salmo (Sal 22, 1-6): En consonancia
con este anuncio, el salmo expresa confianza en el Señor, pastor que cuida de
nosotros. Participamos de esta oración aclamando: El Señor es mi pastor,
nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Él me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo. R.
Segunda lectura (Ef 2,
13-18): San Pablo enseña que Jesús, con su sangre, hizo de todos los pueblos
uno solo para la gloria de Dios.
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca de los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos, Judíos Y Gentiles, una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces para crear, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz; paz a vosotros los de lejos, paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.
Palabra de Dios
Evangelio (Mc 6, 30-34): Jesús aparece
como el verdadero pastor preocupado por sus discípulos y compadeciéndose de la
muchedumbre.
En aquel tiempo los Apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que había hecho y enseñado. Él les dijo:
-- Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor
Credo
Con la Iglesia extendida por toda la
tierra y sintiendo la unidad de nuestra fe, proclamamos: Creo...
Oración de los fieles
Oremos al Señor,
pastor compasivo de toda la humanidad, para que nos guíe hacia una convivencia
más fraterna.
A cada intención, pedimos: Guíanos tú, Señor.
Por
todos los que en la Iglesia ejercen funciones pastorales: para que experimenten
la alegría de imitar la compasión de Jesús. Oremos.
Por los
pueblos enfrentados por odios y guerras: para que la fe en Dios los reconcilie
y pacifique. Oremos.
Por los
que viven aislados, enfrentados y rencorosos: para que busquen y encuentren la
paz de la concordia. Oremos.
Por las
instituciones parroquiales, para que, superando los desencuentros, sepamos
construir la unidad en el amor. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones, dando lugar a otras que
reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).
Señor, Pastor compasivo de
todos los hombres, ayúdanos a unirnos en tu nombre y así gozar tu paz. Te lo
pedimos...
Presentación de las ofrendas
Después
de alimentarnos con la palabra de Dios, preparamos la mesa de la eucaristía.
Junto al pan y el vino, fruto de la unión de muchos granos, ofrezcamos nuestro
propósito de ser constructores de unidad.
Prefacio (Durante el Año VIII)
Jesús es
el pastor de todos los hombres. Por eso, demos gracias al Señor, nuestro Dios, porque
nos ha congregado como pueblo a imagen de la unidad de la Trinidad.
Padrenuestro
Porque,
por medio de Cristo, todos, sin distinción, tenemos acceso al Padre en un mismo
Espíritu, digamos confiadamente: Padre nuestro...
Cordero de Dios
Jesús
vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Comunión
Hermanos: Con alegría, vayamos a
recibir el Cuerpo de Cristo, expresión de la comunidad que Jesús quiere ver
entre nosotros.
Avisos parroquiales
(Después de la Oración Poscomunión).
Rito de conclusión
La misa
ha terminado. Nuestra misión comienza.
Hermanos: Nuevamente, una hermosa misión: compadecernos de
los más necesitados y ser instrumentos de unión y concordia en todos nuestros
ambientes.
El Señor esté con ustedes.
Derrama, Señor, tu bondad
sobre estos servidores tuyos
y acrecienta en ellos
el deseo de construir
la unidad, la concordia y la paz.
Y que la bendición de Dios...
Canto final
Queridos amigos: Volvamos a la vida
diaria, siguiendo los pasos de Jesús, pastor compasivo de todos los hombres.
Nos retiramos cantando.
«Mis ovejas escuchan mi voz,
Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor.
FELIZ DOMINGO EN LA PAZ DEL SEÑOR
Falta un dedo: Celebrarla
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