La perseverancia en la oración
Sin fe a quien orar. Sin fe para qué orar. Y sin orar cómo mantener la fe; pero con la oración renace la fe como en primavera echan brotes los árboles y se entreabren los capullos.
Iniciamos hoy la Eucaristía orando con la antífona de entrada: "Inclina el oído y escucha mis palabras, guárdame como a las niñas de tus ojos; a la sombra de tus alas escóndeme" (Salmo 16, 6). Pidiéndole a Dios que nos guarde con el cuidado y la delicadeza con que cuidamos las pupilas de nuestros propios ojos.
Comenzamos pues, orando en el día de la ORACIÓN.
El Domingo del Domund
Este domingo está dedicado a las Misiones y a los misioneros. Celebramos la tradicional jornada misionera del Domund, de gran tradición en Perù. Este año el lema es muy gráfico e interesante: “FE + CARIDAD = MISIÓN. Además coincide con el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario donde Jesús nos explica la parábola –impresionante y muy expresiva—del juez inicuo y de la pobre viuda. Tengamos, en definitiva, una oración sincera y un aportación generosa para aquellos hermanos nuestros que marchan muy lejos a llevar la Palabra de Dios y el nombre de Jesucristo.
Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral
Introducción a
la celebración
Hermanos y
hermanas: “No bajar los brazos”; “no aflojar” son expresiones que usamos para
alentar a quienes corren el riesgo de desalentarse. También, en el peregrinar
cristiano, existe el riesgo de bajar los brazos, desanimarse, cansarse, dejarse
envolver por tentaciones de desaliento.
En este domingo, Jesús enseña que
“es necesario” orar siempre y no desanimarse”. Jesús nos mostrará la fuerza de la oración
perseverante.
Nos ponemos de pie. Recibimos al
padre que, en nombre de Cristo, presidirá nuestra eucaristía y uniendo nuestros
corazones y nuestras voces, cantamos.
Saludo inicial
“Es necesario
orar siempre y no desanimarse”, nos dice Jesús.
Hermanos: La oración es un tema fundamental para el hombre religioso. Y la
liturgia, hoy, nos muestra la fuerza y la eficacia de la oración perseverante.
La gracia y la paz
del Señor Jesús,
que nos enseña a
orar siempre y no desanimarnos,
estén con todos ustedes.
Acto penitencial
Los ojos del
Señor están fijos sobre los que esperan en su misericordia. Abrámosle nuestro
corazón pidiendo perdón por nuestros pecados.
- En ti creemos. Porque el cansancio y el desaliento nos vencen.
Señor, ten piedad.
- En ti confiamos. Porque nos falta perseverancia al orar.
Cristo, ten piedad.
- A ti queremos convertirnos. Porque nos olvidamos de que “sin ti” nada podemos
hacer”.
Señor, ten piedad.
Gloria
Junto a los
ángeles y a los santos, alabemos y glorifiquemos a Dios: Gloria...
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
(Éx 17, 8-13): El episodio que protagoniza Moisés simboliza la fuerza de
la oración perseverante.
En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín. Moisés dijo a Josué:
-- Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso en la mano.
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec: Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía bajada, vencía Amalec. Y como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada.
Palabra de Dios
Salmo (Sal 120, 1-8):
En consonancia con la actitud de Moisés, el salmo canta la confianza en la
ayuda de Dios. Participamos de esta oración, aclamando:
R.- EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA.
Segunda lectura
(2Tim 3,14-4,2): San Pablo enseña que la Sagrada Escritura sostiene y alimenta
nuestra fe y nuestra oración.
Querido hermano:
Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste, y que desde niño conoces la sagrada Escritura: ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación. Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena. Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda comprensión y pedagogía.
Palabra de Dios
Evangelio (Lc
18, 1-8): La consigna que nos da Jesús es orar sin desanimarse, con fe y
confianza perseverante.
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
-- Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario"; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."
Y el Señor respondió:
-- Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?
Palabra del Señorº
Credo
Manifestamos
nuestra solemne adhesión a la Palabra de Dios que hemos celebrado: Creo...
Oración de los fieles
Ejerciendo el
sacerdocio común que recibieron en el bautismo, oren, hermanos, a un Dios que
atiende a nuestras súplicas.
A cada intención pedimos: Ayúdanos a orar siempre sin desanimarnos.
Por la Iglesia, para que cada comunidad sea
maestra y modelo de oración perseverante. Oremos.
Por quienes gobiernan las naciones, para
que también ellos recurran a la oración
Oremos.
Por los que no tienen fe y por los que no
oran, para que descubran a Dios.
Oremos.
Por nosotros, para que aprendamos a orar
con confianza sin desanimarnos. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones dando lugar a otras que reflejen las
necesidades del momento y /o de la comunidad).
Ayúdanos, Señor a
orar siempre sin desanimarnos, para que sintamos la alegría de encontrarte,
escucharte, hablarte y servirte con un corazón sincero. Te lo pedimos…
Presentación de las ofrendas
El
señor puso a nuestra disposición todos los bienes materiales y espirituales.
Junto al pan y el vino presentemos el tiempo y esfuerzo que dedicamos a las
obras de misericordia.
Prefacio (P. E. Va)
Jesús nos invita a orar, sin desanimarnos. Unidos a el, junto al
celebrante, iniciemos fervorosamente la gran acción de gracias al Padre que
“nos acompaña con su mano poderosa y la fuerza del Espíritu Santo”.
Padrenuestro
Solo los
reconciliados pueden acercarse a la comunión. Manifestemos nuestra voluntad de
reconciliación, rezando la oración que Jesús nos enseño:: Padre nuestro...
Cordero de Dios
“El que come mi
Carne y bebe mi Sangre, dice el Señor, permanece en mí y yo en él”. Este es el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
Comunión
Hermanos:
Participamos de un mismo pan
eucarístico; participemos también en la edificación de una misma comunidad
eclesial. Con alegría vayamos a recibir el pan de la vida.
Avisos parroquiales
(Después
de la Oración post-comunión).
Rito de conclusión
La misa ha
terminado. Nuestra misión comienza
Hermanos: La vida cotidiana esta llena de dificultades. “¿De dónde me vendrá la
ayuda? Preguntaba el salmo. Y respondía: “la ayuda me viene del Señor, que hizo
el cielo y la tierra”. Invoquemos esta ayuda siguiendo el consejo de Jesús: “Es
necesario orar siempre y no desanimarse”.
FELÌZ DOMINGO EN LA PAZ DEL SEÑOR
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