Te seguiré a donde quieras que vayas
Liturgia de las Horas: 1ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral
Introducción a la celebración
Hermanos y
hermanas: Nada más fácil que ser un mediocre. Cristo quiere que sus discípulos
superen la mediocridad y adquieran una disponibilidad total para seguirlo.
El domingo pasado, Jesús nos decía que, para seguirlo, era
necesario negarse a sí mismo y cargar la cruz de cada día. En este 13er
domingo Durante el Año, Jesús enseña, sobre las exigencias que tiene su
seguimiento.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que presidirá
nuestra eucaristía y cantamos.
Saludo inicial
Te seguiré a donde quieras que vayas, le dijo alguien
a Jesús. A su vez, Jesús invitó a otro diciéndole: ¡Sígueme!
Hermanos: El tema del seguimiento es
central en el Evangelio y en la vida del cristiano.
La gracia y el amor de Cristo,
que nos trae la libertad y
nos llama a seguirlo,
estén con todos
ustedes.
Acto penitencial
Dios es bondadoso y compasivo, lento para
el enojo y de gran misericordia. Presentemosle nuestra conciencia.
En ti creemos.
Porque nos falta generosidad para seguirte.
Señor, ten piedad.
A ti acudimos.
Porque nos cuesta dejarnos conducir por el Espíritu.
Cristo, ten piedad.
Por ti optamos:
Porque seguimos atados a vanidades que nos alejan de ti.
Señor, ten piedad.
Gloria
Reunidos en el Espíritu Santo, alabemos al
Padre y supliquemos al Hijo, Cordero y Mediador: Gloria...
Liturgia de la Palabra
Primera lectura
(Rey 19, 16b. 19-21): La
decidida actitud de Eliseo es símbolo del seguimiento radical que espera Cristo
de nosotros.
En aquellos días, el Señor dijo a Elías: "Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén." Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto.Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: "Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo."
Elías le dijo: "Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?"
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.
Palabra de Dios.
Salmo (Sal 15, 1-2a.
7-11): HaciÉndose eco de la actitud de Eliseo, el salmista bendice al Señor por
la alegría y el regocijo que trae su llamado. Participamos de esta oración
exclamando: Señor, tú eres el lote de mi heredad.
Segunda lectura (Gál 5, 1.
13-18): Somos llamados a vivir en libertad.
Lo lograremos si nos dejamos conducir por el Espíritu de Dios.
Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado.
Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.
Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que
se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la Ley se concentra en esta frase: "Amarás al prójimo como a ti mismo."
Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente.
Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais.
En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley.
Palabra de Dios.
Evangelio (Lc 9, 51-62): Con símbolos muy
duros, Jesús nos enseña la radicalidad del seguimiento que espera de nosotros.
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.
De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?"
Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.
Mientras iban de camino, le dijo uno: "Te seguiré adonde vayas."
Jesús le respondió: "Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza."
A otro le dijo: "Sígueme."
Él respondió: "Déjame primero ir a enterrar a mi padre."
Le contestó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios."
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia."
Jesús le contestó: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios."
Palabra del Señor.
Credo
Creemos en todo lo que nos pide Jesús.
Proclamemos con fervor nuestra fe. Creo...
Oración universal
Seguir a Jesús
nos compromete a rezar por todos los hombres. Hagámoslo guiados por el
Espíritu.
A cada intención, pedimos: Enséñanos, Señor, a escucharte.
Por todos los que han consagrado su vida a Cristo mediante
una entrega exclusiva: para que experimenten la alegría de tener al Señor por
herencia. Oremos.
Por las
instituciones y las personas que luchan por liberar al hombre de toda
esclavitud: para que sus esfuerzos tengan Éxito. Oremos.
Por los jóvenes
que piensan en la posibilidad de consagrarse totalmente a Dios: para que se
dejen conducir por el Espíritu. Oremos.
Por todos
nosotros: para que sepamos reconocer las ataduras que nos impiden vivir con
mayor fidelidad el evangelio. Oremos.
Enséñanos, Señor, a escucharte y seguirte, para que nos
hagamos servidores los unos de los otros, por medio del amor. Te lo pedimos...
Presentación de
las ofrendas
Después de alimentarnos con la Palabra de
Dios, preparamos la Mesa de la Eucaristía. Junto con al pan y el vino “símbolos
de la entrega de Jesús”, presentemos nuestro propósitos de escuchar y de seguir
a Cristo.
Prefacio (P.E. V/b)
Con la gozosa libertad que nos ha traído
Jesucristo, elevamos nuestra acción de gracias al Padre. Lo hacemos por
intermedio del celebrante y unidos a los ángeles del Cielo, a nuestros hermanos
los santos y a todos los hombres de buena voluntad.
Padrenuestro
Al prepararnos para la comunión, elevemos
nuestra oración al Padre, para que siempre nos dejemos conducir por su
Espíritu. Padre nuestro...
Cordero de Dios
El Señor tiene palabras de Vida eterna. Éste
es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: Jesús, que nos llama a
escucharlo y a seguirlo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.
Comunión
Hermanos: La eucaristía sella y alimenta
nuestro seguimiento de Cristo y nos lleva a compartir sus sentimientos. Con
alegría, vayamos a recibir al Pan de Vida.
Avisos parroquiales
(Después de la oración Poscomunión).
Rito de conclusión
La misa ha terminado. Nuestra misión comienza.
Hermanos:
El mensaje de hoy es claro: ¡Seguir a Cristo incondicionalmente!
Que el Señor esté
con ustedes.
Concede, Señor, a
tu pueblo
permanecer siempre
en el esplendor de
la verdad,
para que goce de la
gloriosa libertad
de los hijos de
Dios.
Y que la bendición
de Dios...
Canto final
Queridos amigos:
Renovados y animados por el Espíritu que nos trae la libertad de los hijos de
Dios, nos retiramos cantando.
FELIZ DOMINGO EN EL SEÑOR !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario