04 octubre del 2009 / domingo XXVII del Tiempo ordinario/ ciclo B
Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral
Beato Gaetano Errico
San Francisco de Asís, Fundador
Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas: El tema siempre actual del matrimonio aparece en la liturgia de este 27º domingo durante el año.
El matrimonio y la familia están hoy “dinamitados” por todas partes. Por eso, la Palabra de Vida, que aparece en el Génesis y retomará Jesús, nos señala el plan maravilloso de Dios para el amor del varón y la mujer: “serán dos en un mismo ser”.
Oremos juntos, cantemos juntos y juntos alimentémonos de la Palabra de Dios y del Pan de Vida. Nos ponemos de pie e iniciamos nuestra celebración cantando.
Saludo inicial
“Serán dos en un solo ser”, “por tanto que el hombre no separe lo que Dios ha unido”.
Hermanos: Éste es el maravilloso plan de Dios para el amor humano. Amarse intensamente y “para toda la vida” ¿no es lo mejor para los esposos?, ¿no es lo mejor para los hijos?
El Dios de la misericordia,
que tan maravillosamente ha pensado
el amor del varón y la mujer
y que comprende
nuestras dificultades,
esté con ustedes.
Acto penitencial
Dios, en el exceso de su amor, nos busca incansablemente para perdonar las faltas que inquietan nuestra conciencia. Confiemos en él y pidamos perdón.
– Tú nos trajiste el amor del Padre. Por las veces en que el amor humano se aparta del amor de Dios.
Señor, ten piedad.
– Tú has fundado el matrimonio como sacramento cristiano. Por las veces en que los cristianos no han respetado este gran sacramento.
Cristo, ten piedad.
– Tú amas a la Iglesia como el esposo ama a su esposa. Por las veces en que los esposos faltan a su compromiso de amor y fidelidad.
Señor, ten piedad.
Gloria
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Gn 2, 4b. 7a. 18-24): El libro del Génesis narra con bellas imágenes la creación de la mujer y el plan de Dios para el amor humano.El Señor Dios se dijo: "No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude." Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presento al hombre. El hombre dijo: "¡Ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne."
Salmo (Sal 127, 1-6): En consonancia con el plan de Dios, el salmo canta la felicidad de quienes siguen los caminos del Señor. Participamos de esta oración aclamando:
"Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida"
Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos. / Comerás del fruto de tu trabajo, / serás dichoso, te irá bien. R.
Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa. R.
Ésta es la bendición del hombre, / que teme al Señor. / Que el Señor te bendiga desde Sión, / que veas la prosperidad de Jerusalén / todos los días de tu vida. R.
Que veas a los hijos de tus hijos. / ¡Paz a Israel! R.
Segunda lectura (Heb 2, 9-11): La carta a los Hebreos enseña los efectos que ha tenido para nosotros la muerte de Jesús.
Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.
Evangelio (Mc 10, 2-16; o más breve, 10, 2-12): Jesús establece el sentido original del matrimonio: el amor y la unidad para siempre.
En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre." En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Confesemos fervorosamente nuestra fe católica: Creo...
Oración de los fieles
El matrimonio y la familia están afectados por serias dificultades. Oremos para que se puedan superar conforme al plan de Dios.
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a crecer en el amor.
Por las instituciones de la Iglesia que brindan apoyo a los matrimonios y familias. Oremos.
Por todos los que, en la sociedad civil, atienden los problemas de la minoridad y la familia. Oremos.
Por los esposos separados y divorciados; por los hijos de matrimonios desunidos; por los matrimonios en dificultades. Oremos.
Por los esposos que, en nuestra comunidad, viven su matrimonio con fe y entrega; por los novios y quienes se encargan de su preparación; por el Movimiento Familiar Cristiano. Oremos.
Ayúdanos a crecer en el amor, Señor; fortalece a los esposos que permanecen fieles a su promesa. Consuela y orienta a quienes, por circunstancias que sólo tú juzgas, se han apartado de ella. Te lo pedimos...
Presentación de las ofrendas
Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra gran ofrenda al Padre. Por eso, junto a él, como familia de Dios, presentemos al Señor nuestras ofrendas.
Prefacio (Misa por los Esposos I)
Dios quiere que los esposos se amen para siempre. Por eso, junto al celebrante, entonemos nuestra gran Acción de Gracias al Señor, nuestro Dios, porque selló la alianza nupcial con el amor y la paz.
Padrenuestro
Preparándonos para comulgar, elevemos nuestra oración al Padre Dios, siempre bondadoso con los que esperan en él: Padre nuestro...
Cordero de Dios
El Señor es bondadoso con los que esperan en él, con aquellos que lo buscan. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la Cena del Señor.
Comunión
Hermanos: La eucaristía expresa el amor de Jesús y es el alimento que nos fortalece para crecer en el amor. Con alegría, vayamos al banquete del Señor.
Rito de conclusión
La Misa ha terminado. Nuestra misión comienza.
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido, enseña Jesús.
Hermanos: Vayan a fortalecer los vínculos de amor en su matrimonio y hagan llegar la comprensión y el amor fraterno a los hermanos.
Que el Señor esté con ustedes.
Derrama, Señor,
una abundante bendición
sobre todos tus hijos unidos
en el matrimonio
y consolida en ellos la voluntad
de amarte amándose entre sí.
Y que la bendición...
Canto final
Queridos amigos: Con la alegría de renovar nuestra fe en el matrimonio y practicando una fraterna comprensión con todos, nos retiramos cantando...
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