Color: Verde
Santoral
San Vicente de Paul
Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas: Muchas veces, creemos que los únicos “buenos” somos nosotros, que tenemos “atrapado” a Dios. No es raro, tampoco, que miremos con altanería a otros grupos parroquiales, a otras instituciones o a otras Iglesias cristianas.
En este domingo 26º durante el año, Dios misericordioso nos dice que superemos nuestro orgullo, porque su Espíritu lo abarca todo y sopla donde quiere.
Nos ponemos de pie. Recibamos al padre que presidirá nuestra eucaristía, y, con alegría y como hermanos, iniciemos nuestra celebración cantando.
Saludo inicial
¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor!, escucharemos en la primera lectura.
Hermanos: Dios misericordioso nos invita a no impedir su obra actuando con celos, envidias y un corazón mezquino.
El amor de Dios,
cuyo Espíritu anima
al universo entero,
esté con todos ustedes.
El Señor manifiesta su omnipotencia, sobre todo, en la misericordia y el perdón. Abrámosle nuestro corazón.
– Tú eres el Salvador de todos. Por nuestros celos y envidias.
Señor, ten piedad.
– Tú nos hiciste hermanos de todos. Por nuestros duros juicios hacia los otros.
Cristo, ten piedad.
– Tú nos buscas a todos. Por nuestros rechazos y exclusiones.
Señor, ten piedad.
Gloria
Primera lectura (Núm 11,16-17a. 24-29): Dios responde a los celos de Josué con una gran exclamación de Moisés.
En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar enseguida. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento." Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: "Señor mío, Moisés, prohíbeselo." Moisés le respondió: "¿Estás celoso de mí?"?¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!".
Salmo (Sal 18, 8. 10. 12-14): Frente a la tentación del “monopolio” y la intolerancia, el salmo recalca la soberanía de Dios y pide humildad. Participamos de esta oración aclamando:
Los preceptos del Señor alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es fiel / e instruye al ignorante. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Aunque tu siervo vigila / para guardarlos con cuidado, / ¿quien conoce sus faltas? / Absuélveme de lo que se me oculta. R.
Preserva a tu siervo de la arrogancia, / para que no me domine: / así quedaré libre e inocente / del gran pecado. R
Segunda lectura (Sant 5, 1-6): El apóstol Santiago denuncia a quienes se enriquecen sobre la base de injusticias y atropellos.
Evangelio (Mc 9, 38-43. 45. 47-48): Jesús nos enseña a no ser celosos de los que hacen el bien y a no poner obstáculos a la acción de Dios.
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos la infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga."
HOMILIA :
Credo
Proclamemos nuestra fe en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos invita a convivir con todos. Creo...
Hermanos: Pidamos para nosotros y para toda la humanidad el don del respeto, la tolerancia y la comprensión.
A cada intención, pedimos: Ayúdanos, Señor, a respetar a los demás.
Para que se intensifique el diálogo entre las Iglesias cristianas y con las otras religiones. Oremos.
Para que los gobernantes de todas las naciones fomenten la respetuosa convivencia de todos los ciudadanos. Oremos.
Para que los que no piensan y actúan como nosotros, los cristianos, sientan nuestro respeto y comprensión. Oremos.
Para que en nuestra comunidad parroquial se superen los celos, las envidias y toda mentalidad sectaria. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones).
Ayúdanos, Señor, a respetar a los demás para que, juntos, podamos construir una sociedad más justa y fraterna. Te lo pedimos...
Presentación de las ofrendas
Dios ha hecho fértil la tierra y la ha colmado de riquezas. Por eso, junto al pan y el vino, presentemos al Señor toda la actividad de los hombres de buena voluntad y nuestro propósito de superar celos, envidias y divisiones.
Prefacio (Común VIII)
El Señor, nuestro Dios, da al hombre su Espíritu para que sea artífice de justicia y paz. Por eso, junto a los “santos y a los ángeles”, alabemos a Dios, creador y salvador.
PadrenuestrO
Nos preparamos para comulgar. Elevemos
Cordero de Dios
Yo soy el pan de Vida. El que coma de este pan vivirá eternamente, dice el Señor. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a
Comunión
Hermanos: La eucaristía es el pan partido para todos. Con fervor, vayamos a comulgar abriendo nuestro corazón a todos los hombres de buena voluntad.
Avisos parroquiales
(Después de
Rito de conclusión
No se lo impidan, porque el que no está contra nosotros, está con nosotros, nos dijo Jesús.
Hermanos: esta semana tenemos una misión muy concreta: superar celos, envidias y divisiones en casa, en el trabajo, aquí, en la parroquia. ¡Sentir el gozo de alegrarnos por el bien que hacen los demás! ¡Gloria a Dios!
Que el Señor esté con ustedes.
Derrama, Señor, tus dones
sobre tus hijos aquí reunidos,
y, ya que sin tu ayuda
no podemos avanzar,
asístenos en nuestros esfuerzos.
Y que la bendición de Dios...
DESPEDIDA
Queridos amigos: Volvamos alegres a la vida diaria, dispuestos a hacer el bien y a valorar el bien que hacen otros. Nos retiramos cantando
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