Santoral
MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos bienvenidos a la Eucaristía. Hay momentos en la vida en los que el cansancio, las preocupaciones, los problemas nos superan. Sentimos ganas, como Elías, de dormirnos y no despertar. Queremos “tirar la toalla”, sin darnos cuenta que ahí es donde nos sacude y nos agarra el Señor. En el desierto de la vida los caminos se hacen al andar. En el día a día. En cada esfuerzo realizado. Uno a uno.
MONICION 1ª LECTURA1.- “Dios se acerca a Elías para reanimarlo”. Llena de esperanza esta frase de la primera lectura, del Libro Primero de los Reyes. En toda crisis siempre llega “el día después”. En este mundo con tantas crisis de aburrimiento, de monotonía, de cosas que se repiten, parece que perdemos la esperanza de que Dios llegue para reanimarnos. Pero Él llegará, ¡seguro!
LECTURA DEL LIBRO PRIMERO DE LOS REYES 19, 4-8
En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y al final se sentó bajo una retama, y se deseó la muerte diciendo:
-- Basta ya, Señor, quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres.
Se echó debajo de la retama y se quedó dormido. De pronto un ángel lo tocó y le dijo:
-- Levántate, come.
Miró Elías y vio a su cabecera un pan cocido en los brasas y una jarra de agua. Comió, bebió y volvió a echarse. Pero el ángel del Señor le tocó por segunda vez diciendo:
-- Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas.
Se levantó Elías, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el Horeb, el monte del Señor.
Palabra de Dios
S.- El Salmo 33 es una bellísima oración para dar gracias a Dios en todo momento. Él nos salva y nos envía su ángel para que acampe entre nosotros. Es uno de los salmos llamados alfabéticos y muy repetido como acción de gracias entre los judíos contemporáneos de Jesús de Nazaret
SALMO 33
R.- GUSTAD Y VED QUÉ BUENO ES EL SEÑOR.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.-
Proclamad conmigo la grandeza del señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.-
Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.-
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles, y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el se acoge a él. R.-
MONICION 2ª LECTURA2.- Esperamos el alimento que lleva a vivir en el amor, como nos dice San Pablo en la Carta a los Efesios, que es nuestra segunda lectura. Un camino donde no exista la amargura, la ira, los enfados, los insultos, un camino que nos lleve a Dios y a los hermanos.
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 4, 30-5, 2
Hermanos:
No pongáis triste al Espíritu Santo. Dios os ha marcado con él para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonados unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave olor.
Palabra de Dios
MONICION AL EVANGELIO3.- Nosotros sabemos que el amor nos lleva al hermano y que este sentimiento nace de Dios. Y todos juntos nos alimentamos de “Pan bajado del cielo”, como oiremos en el evangelio de Juan. Pero no era así en tiempos de Jesús y cuando Él decía esas cosas sus coetáneos desconfiaban. Pero Él los enseñaba el camino de vida Eterna.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 6, 41- 51En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo", y decían:
-- ¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre?, ¿cómo dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús tomó la palabra y les dijo:
-- No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado." Y yo le resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el escucha que lo dice el Padre y aprende, viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: este ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que viaja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.
Palabra del Señor
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
El sábado proxímo, el día 15, nos reuniremos para agasajar a la Virgen María en la Fiesta de la Asunción. Nos parece muy adecuado rezar ahora con esta oración que compuso el anterior Pontífice, Juan Pablo II, como espera de la gran fiesta de la Señora.
INVOCACIÓN A LA VIRGEN
María, hija de Israel,
tú has proclamado la misericordia ofrecida a los hombres,
de edad en edad, por el amor misericordioso del Padre.
María, Virgen Santa, Sierva del Señor,
tú has llevado en tu seno el fruto precioso
de la Misericordia divina.
María, tú que has guardado en tu corazón
las palabras de salvación,
testimonias ante el mundo la absoluta fidelidad de Dios a su amor.
María, tú que seguiste a tu Hijo Jesús
hasta el pie de la cruz
con el fiat de tu corazón de madre,
te adheriste sin reserva al servicio redentor.
María, Madre de misericordia,
muestra a tus hijos el Corazón de Jesús,
que tú viste abierto para ser siempre fuente de vida.
María, presente en medio de los discípulos,
tú haces cercano a nosotros el amor vivificante de tu Hijo resucitado.
María, Madre atenta a los peligros
y a las pruebas de los hermanos de tu Hijo,
tú no cesas de conducirles por el camino de la salvación.
Exhortación de Despedida
Salgamos felices del templo. El Señor nos ha enseñado que es nuestro alimento para la vida eterna, el Pan vivo que ha bajado del cielo.
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