Hermanos y hermanas: El poder político tiene plena autonomía para tomar las decisiones propias de un gobierno; pero quienes gobiernan pueden caer en el error de creer que no están sujetos al orden moral, que pueden gobernar “como si Dios no existiera”.
En este 29º domingo durante el año, la liturgia nos muestra que Dios está por encima de todo y Jesús enseña que “hay que dar al César lo que es del César”, pero sin olvidar “dar a Dios lo que es de Dios”.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que, en nombre de Cristo, presidirá nuestra eucaristía y, uniendo nuestros corazones y nuestras voces, cantamos.
Saludo inicial
Yo soy el Señor y no hay otro, asegura Dios en
Hermanos: La liturgia de hoy derrumba las idolatrías, recordándonos que ni siquiera los máximos poderes de esta tierra escapan a la soberanía de Dios.
Que el Dios del amor y de la paz,
a quien aclaman todos los pueblos,
esté con todos ustedes.
Acto penitencial
Los ojos del Señor están fijos sobre los que esperan en su misericordia. Pidamos confiadamente perdón.
– Tú eres nuestro único Salvador: Cuando no reconocemos a Dios como supremo valor.
Señor, ten piedad.
– Tú eres nuestro único Señor: Cuando nuestra fe no va acompañada con obras.
Cristo, ten piedad.
– Tú eres nuestro único remunerador: Cuando nos desentendemos de nuestros deberes cívicos.
Señor, ten piedad.
Gloria
Anunciemos la gloria y las maravillas del Señor. Proclamemos con fervor: Gloria...
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Is 45, 1. 4-6): Dios se muestra Señor de la historia y asegura que no hay otro Dios.
Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano:
-- Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro. Palabra de Dios.
Salmo (Sal 95, 1. 3-5. 7-10ac): Haciéndose eco de este mensaje, el Salmo canta la soberanía de Dios. Participamos de esta oración, diciendo: Aclamen la gloria y el poder del Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.
Porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.-
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor, entrad
en sus atrios trayéndole ofrendas. R.-
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: "El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente,
Segunda lectura (Tes 1, 1-5b): San Pablo felicita a los cristianos de Tesalónica por la fe, el amor y la esperanza que demuestran.
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
Palabra de Dios.
Evangelio (Mt 22, 15-21): El hombre de fe se comporta como un buen ciudadano, sin olvidar que Dios está por encima de todo.
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron:-- Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
-- Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.
Le presentaron un denario. Él les preguntó:
-- ¿De quién son esta cara y esta inscripción?
Le respondieron:
-- Del César
Entonces les replicó:
-- Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Palabra del Señor
Creemos que sólo Dios es el Señor y no hay otro. Proclamemos con fervor: Creo ...
Oración de los fieles
Oremos, hermanos, para que gobernantes y gobernados nos conduzcamos con la mirada puesta en Dios, el único Señor.
A cada intención, pedimos: Que toda la tierra aclame al Señor.
Por
Por los gobernantes, políticos y funcionarios de todas las naciones: para que reconozcan la primacía de la moral y la ética. Oremos.
Por las víctimas de persecuciones políticas e injusticias sociales: para que reciban la justa reparación. Oremos.
Por todos los creyentes en el único Dios: para que no caigamos en la tentación de tributar al César la obediencia debida sólo a Dios. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones).
Señor, que gobiernas el mundo con tu amorosa providencia, haz que aclamemos tu gloria y tu poder, contribuyendo responsablemente al bien de toda la comunidad.
El Señor nos ha colmado de bienes. Por eso, junto al pan y al vino, presentemos “lo que es de Dios”: nuestra vida, nuestro corazón y la firme decisión de trabajar por una sociedad más justa y solidaria.
Prefacio L
La liturgia nos ha recordado que sólo Dios es Dios. Por eso, junto al celebrante, elevemos nuestra acción de gracias al Señor, nuestro Dios, porque en él vivimos, nos movemos y existimos.
Padrenuestro
El Padrenuestro expresa todo lo que desea un corazón que reconoce que sólo Dios es Dios. Al prepararnos a comulgar, digamos con fe: Padre nuestro...
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día, dice el Señor. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a
Comunión
Hermanos: La eucaristía fortalece nuestro propósito de ser fieles al único Señor del cielo y de la tierra. Con alegría, vayamos a recibir el Pan de Vida.
Rito de conclusión
Hermanos: El Reino se construye con el trabajo solidario de todos, animado por una fe que se traduce en obras, una esperanza que no claudica y un amor que no rehuye a las fatigas.
El Señor esté con ustedes.
Ilumina, Señor, a tu familia
para que, buscando en todo tu voluntad,
realice siempre lo que es bueno.
Y que la bendición de Dios..
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