Color: Verde
Santoral
San Antonio Maria Claret, Fundador († 1879)
Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas: La palabra “fariseo” la conocen aun los que no son cristianos. Ella indica soberbia e hipocresía. En este domingo, aparece la parábola del fariseo y el publicano. Se llamaba publicano, en época de Jesús, al recaudador de impuestos, un personaje altamente despreciado en la sociedad judía. Jesús contrapone la figura del fariseo y el publicano para enseñarnos dos maneras de presentarnos ante Dios: la suficiencia del quien se cree justo, bueno, sin pecados; y la humildad y confianza de quien se reconoce pecador y encomienda su salvación a la gracias de Dios. Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que presidirá nuestra eucaristía y cantamos.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura (Eclo 35, 12-14.16-18): Dios escucha la oración del humilde que clama desde su pobreza.
El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R.
Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente.
He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me
asistió. Que Dios los perdone.
Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león.
El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
"¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo."
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:
"¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador. "
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
Oración de los fieles
Por la Iglesia santa, formada por pecadores, para que, sin desmayo, siga ofreciendo al mundo el perdón y la misericordia de Dios. Oremos.
Por cuántos trabajan a favor de los pobres y marginados, para que lo hagan con humildad y alegría de corazón. Oremos.
Por los orgullosos, los soberbios, los que desprecian a los demás, para que descubran la alegría de la humildad y la fraternidad. Oremos.
Por todos nosotros, para que el humilde reconocimiento de nuestra debilidad nos abra a la gracia de Dios. Oremos.
(Añadir y/o sustituir intenciones dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento y /o de la comunidad).
Presentación de las ofrendas
Cristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, es nuestra gran ofrenda al Padre. Unidos a él junto al pan y el vino, presentamos nuestro esfuerzo cotidiano por construir una sociedad más justa.
Cristo nos amó y se entregó por nosotros. La misa es el memorial de esa entrega. Por eso, junto al celebrante levantemos el corazón y demos gracias a Dios, porque “Jesús” por medio de su Pasión, borró nuestros pecados”.
Avisos parroquiales
(Después de la Oración post-comunión).
La misa ha terminado. Nuestra misión comienza. Hermanos: Un corazón humilde, arrepentido y confiado nos conduce al encuentro con Dios y con los hermanos.Que el Señor este con ustedes.Que la alegría de tu salvación, Señor,
Con alegría, porque el Señor siempre esta dispuesto a perdonarnos, nos retiramos, cantando.
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