solidaria y hermosa. Si vas, te servirán de recuerdo y preparación.
Y si no vas, pero quieres ir, te ayudaran a acercarte a la puerta.
MONICIÓN DE ENTRADA
Encendemos, Señor, esta luz como aquel que enciende una lamparilla para salir al encuentro del amigo que llega. En esta segunda semana de adviento, queremos encender el fuego de la esperanza para prepararnos a recibirte con gozo y entusiasmo. Tú sabes cuántas sombras nos envuelven, cuántas humillaciones nos oprimen. Pero nosotros queremos escuchar tu palabra que nos consuela y nos alienta. Porque Tú eres, la voz más dulce, la paz más profunda, la alegría más verdadera. Y mañana, dia 8, nos volveremos a vernos. Celebraremos todos juntos, y con gran emoción la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.
MONICION 1ª LECTURA
“¡Consolad a mi pueblo!” Dice el Señor, en el fragmento del Capítulo 40 del Profeta Isaías que vamos a escuchar Y es que tenemos que ser personas que consuelen. Porque la consolación nos libera de nuestro aislamiento, llena nuestro vacío, calma nuestro cansancio y nos ofrece la fuerza de Dios.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 40, 1-5. 9-11
Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido, su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.
Una voz grita: "En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos" --ha hablado la boca del Señor—
Súbete a lo alto de un monte, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: aquí está vuestro Dios. Mirad, Dios, el Señor, llega con fuerza, su brazo domina. Mirad, le acompaña el salario, la recompensa lo precede. Como un pastor apacienta el rebaño, su mano lo reúne. Lleva en brazos los corderos, cuida a las madres."
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 84
R.- MUÉSTRANOS, SEÑOR, TU MISERICORDIA Y DANOS TU SALVACIÓN.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos."
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.-
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.-
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.-
MONICION 2ª LECTURA
Pedro, en su Segunda Carta, que es, asimismo, nuestra segunda lectura de hoy, habla de la paciencia de Dios y de que los tiempos del Señor no son los nuestros. Nos prepara para la llegada del Señor y nos pide que estemos en paz con Él. Confiamos en la promesa del Señor: ¡Él va a venir!
DE LA SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL SAN PEDRO 3, 8-14
Queridos hermanos:
No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.
El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida!
Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con Él, inmaculados e irreprochables.
Palabra de Dios.
MONICION EVANGELIO
Escucharemos a continuación el Inicio del Evangelio de San Marcos que, como dijimos el domingo pasado, nos va a acompañar durante todo este ciclo B. Marcos hace referencia a la profecía de Isaías que ya hemos escuchado en la primera lectura y que no es otra: que el anuncio precursor por parte de Juan el Bautista de la llegada del Mesías.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 1-8
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
Palabra del Señor
La oración de los fieles
En este domingo II de Adviento en el que Juan Bautista grita directamente a nuestros corazones para que enmendemos nuestro camino, ponemos el anhelo en la espera ilusionada del Nacimiento de tu Hijo.
Y respondemos
R.- TE ESPERAMOS, SEÑOR
1.- Por el Papa y por los obispos para que comuniquen al rebaño de Cristo la emoción de la espera y la determinación de mejorar
OREMOS
2.- Por los gobernantes para que se dejen influir por el Espíritu Santo y busquen soluciones de paz y de concordia
OREMOS
3.- Por las personas que sufren en sus carnes la guerra y el terrorismo, para que reciban el apoyo solidario de todos los hermanos y no pierdan la confianza en Dios, incluso en los momentos más difíciles
OREMOS
4.- Por los niños y las mujeres maltratadas para que el Ángel del Señor les proteja y la paz vuelva a sus vidas
OREMOS
5.- Por los pobres, los enfermos, los marginados, los drogadictos y alcohólicos para reciban ayuda que les sirva para curar su cuerpo y su alma.
OREMOS
6.- Por nosotros, presentes en la Eucaristía, que esperamos con emoción la llegada del Dios Niño, Salvador del Mundo.
OREMOS
Recibe Padre Bueno las plegarias que hoy te presentamos
Por Nuestro Señor Jesucristo
Amén
Lectura de Postcomunión
Este bello himno se canta en la Liturgia de las Horas, en los sábados de Adviento. Merece la pena escucharle con atención y con él orar en silencio a Nuestra Madre, María, en estos momentos tan gozosos.
MARÍA, REINA DEL ADVIENTO
Ruega por nosotros,
Madre de la Iglesia.
Virgen del Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.
Madre de los hombres,
de la mar estrella,
llévanos a Cristo,
danos sus promesas.
Eres, Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la reina.
Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna.
Exhortación de despedida
Debemos allanar los caminos a todas las gentes y de todos nuestros lugares. Hemos de servir a nuestros hermanos siempre y aunque sea difícil. Ellos deben caminar hacia Cristo por caminos buenos y cómodos, aunque a nosotros nos haya costado mucho abajar los montes y enderezar las veredas. Hemos de tener esto muy en cuenta, hoy y siempre.
MONICIÓN DE ENTRADA
Sed bienvenidos a esta eucaristía dedicada a la Inmaculada Concepción de María, la Madre de Jesús. Ayer nos reuniamos aquí mismo para celebrar el II Domingo de Adviento. Y hoy comprendemos que la fiesta de hoy no es una pausa en el Tiempo de Adviento es una consecuencia de dicho tiempo. Maria de Nazaret es fundamental en el plan divino de la Redención del género humano. Y cuando en el Adviento esperamos la llegada del Señor, sabemos que María, su Madre, estará siempre con él. Deciros también que en España –y, por tanto, en muchos países de la América Hispana—la creencia sobre la Inmaculada Concepción de María es muy anterior al decreto del Papa Pío IX que el 8 de diciembre de 1854 convirtió en dogma de fe el que Maria, por especial privilegio, fue preservada de toda mancha de pecado original. Es pues una fiesta muy nuestra.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La primera lectura de hoy procede del capítulo tercero del Libro del Génesis, en el que Dios Padre dice que establece hostilidades entre la serpiente y la mujer. María es, pues, la nueva Eva. La vencedora de la Serpiente. De ella, de su Hijo, vendrá la salvación.
LECTURA DEL LIBRO DEL GÉNESIS 3, 9-15. 20.
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:
-- ¿Dónde estás?
El contestó:
-- Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.
El Señor le replicó:
-- ¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te
prohibí comer?
Adán respondió:
-- La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.
El Señor dijo a la mujer:
-- ¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió:
-- La serpiente me engañó, y comí.
El Señor Dios dijo a la serpiente:
-- Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 97
R.- CANTAD AL SEÑOR UN CÁNTICO NUEVO, PORQUE HA HECHO MARAVILLAS.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.-
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.-
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R.-
DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 1, 3-6. 11-12.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. El nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.
Palabra de Dios
3.- La escena de la Anunciación de María, narrada por el evangelista San Lucas, es sin duda, una de las más bellas de todos los evangelios. Y eso es lo que vamos a escuchar ahora. El relato de Lucas nos acerca, y mucho, al Nacimiento de Belén. Por eso decíamos al principio que esta fiesta de la Inmaculada Concepción se enmarca perfectamente en el Tiempo de Adviento que estamos celebrando en estos días.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 26- 38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
-- Alégrate, llena de gracias, el Señor esta contigo.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
-- No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
-- ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?
El ángel le contestó:
-- El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
-- Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
ORACION DE LOS FIELES
Tenemos una gran ayuda en este tiempo de Adviento: María la que preparó con mayor ternura y dedicación la llegada de Cristo. A través de ella, te presentamos Padre nuestra plegaria.
R.- HAGASE TU VOLUNTAD, SEÑOR.
1.- Por el Papa para que siga siempre pendiente de tu Iglesia como lo está nuestra Madre María.
OREMOS
2.- Por nosotros, para que aprendamos de María la sencillez de la meditación.
OREMOS
3.- Por los gobernantes, para que siguiendo el ejemplo de la Madre de Dios que se puso al servicio de su prima Isabel, dediquen sus esfuerzos al servicio de su pueblo.
OREMOS
4.- Por los pobres y afligidos de la tierra para que encuentren en el rostro maternal de María, la fuerza para salir adelante.
OREMOS
5.- Por las familias, para que impregnadas de la dulzura de María, construyan un hogar como el que tuvieron la Sagrada Familia.
OREMOS
6.- Por aquellos que andan lejos de tu lado, para que a través de María lleguen de nuevo a la casa del Padre.
OREMOS
Padre, que en este día con la Concepción Inmaculada de María iniciaste la redención del mundo, ayúdanos a completar la tarea que tu Hijo comenzó. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amen.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Fray Luis de Granada, de la Orden de Predicadores. Y que vivió entre 1504 y 1588) compuso en latín esta preciosa oración a María que hemos destinado hoy a estos momentos finales de la Misa de la Inmaculada Concepción de María.
MEMORARE
No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras, ¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señora, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?
Exhortación de Despedida
Maria siempre será auxilio en nuestras necesidades. Qué esta celebración nos sirva para incrementar nuestro amor, nuestra confianza y nuestra devoción a María Virgen, la Madre de Jesús.
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