MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Todas las lecturas nos hablarán hoy del puente entre tiniebla y luz. Y en la primera, del libro de Isaías nos invita a abrir los ojos para ver extasiados a un Niño descendiente de David, al Emmanuel, portador de la plenitud, de la justicia y de la paz.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repetirse el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en sangre, serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madían. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz sin limites, sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y consolarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará.
Palabra de Dios
S.- El salmo 95 es un canto de alegría porque Dios reina sobre toda la Tierra y sobre sus criaturas. Es como ponerse en presencia del Señor y es lo que hacemos nosotros en esta noche tan especial. Es un canto de los tiempos finales cuando la espera del Señor se ha cumplido.
2.- Es la venida de Cristo, nos dice la segunda lectura de la Carta de Pablo a Tito, la que nos propone e inspira, desde ahora, asumir un comportamiento nuevo ético y fraternal. Una vida purificada y digna de recibir, en la aparición gloriosa, al Salvador del mundo.
Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo. El se entregó por nosotros para rescatarnos de toda impiedad, y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.
Palabra de Dios
3.- El evangelio de Lucas nos da la señal para reconocer al Niño Dios que ha nacido: la pobreza. Sólo cuando dejemos las riquezas, los privilegios, el poder: entonces se podrá reconocer la verdadera Iglesia de Cristo. Los pastores así lo entendieron. Y los ángeles cantaron a la paz del mundo que trajo el Niño.
En aquel tiempo salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo:
--No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
--Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.
Palabra del Señor
La oración de los fieles
PADRE, GRACIAS POR TU AMOR
Gozo y alegría, Dios está con nosotros a los pies del recién nacido ponemos nuestras plegarias dirigidas al Padre. Repetimos:
R.- .PADRE, GRACIAS POR TU AMOR
1. – Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que el Señor les ayude y aliente en la continua predicación del Nacimiento de su Hijo.
OREMOS
2. – Por todos los habitantes de la tierra, para que en esta noche, sientan la voz del Ángel que les comunica la gran noticia: “Nos ha nacido el Salvador”.
OREMOS
3.- Por los profesionales que esta noche están en sus puestos de trabajo, para que tengan un momento de adoración al Señor que llega.
OREMOS
4. – Por los que esta noche están solos, para que sientan el calor de una mano cercana.
OREMOS
5. – Por las familias para que esta noche pongan en el centro de su hogar y sus corazones.
OREMOS
6. – Por los enfermos y sus familiares, para que el niño que ha nacido sane su cuerpo y mejoren sus dolencias.
OREMOS
7.- Por todos los que esta noche nos reunimos ante el altar del Señor, para que perdone nuestras faltas de caridad y nos haga crecer en el amor aDios y los hermanos.
OREMOS
Padre, en esta Noche tan especial, te pedimos que acojas estas plegarias y todas aquellas que cualquier hombre de buena voluntad lleve en su corazón. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen.
Lectura de Post-comunión
MONICIÓN
La importancia de la fiesta alegre del Nacimiento del Señor indica que este espacio de postcomunión sea dedicado a cantar villancicos, elegidos según el mejor criterio de cada lugar, país o costumbre. De todos modos ofrecemos la bellísima oración del Papa Beato, Juan XXIII, dedicada al Niño Jesús.
ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN DE JUAN XXIII
Dulce Niño de Belén,haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad.Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia,y que tú sólo puedes dar.
Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza.Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.
Exhortación de despedida
Lo mejor que puedo aconsejaros en este momento que nos despedimos después de haber celebrado litúrgicamente el Nacimiento del Niño Dios es que le cantemos –aquí y luego en vuestras casas—los villancicos que aprendimos de niños y que nos hagamos niños para mejor entender el milagro de un Dios hecho un niño pequeño, un bebé. ¡Feliz Navidad! Y que la paz de Dios este con nosotros y con nuestros hermanos.