ENTRADA
Bienvenidos todos a la celebración de la Eucaristía. Venimos a celebrar con los hermanos la salvación y la fe en Jesucristo.
Desde la fe y la libertad nos hemos reunido en la iglesia para ofrecer a Dios nuestra presencia, nuestra alabanza y nuestro amor.
Esta es la fiesta de los hijos de Dios, esta es la asamblea de los bautizados, esta es nuestra acción de gracias en este domingo.
Comencemos nuestra fiesta con el canto de entrada.
PRIMERA LECTURA
Jonás recibe una misión que cumplir, un mensaje que anunciar y una ciudad que convertir.
Después de muchos titubeos cumplió su misión con éxito.
Todos nosotros estamos aquí para escuchar la llamada de Dios y aceptar la misión que nos quiere confiar.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
En aquellos días, vino la palabra del Señor sobre Jonás:
«Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.»
Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando:
- «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»
Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 24, 4-5ab. 6-7bc. 8-9 (W.: 4a)
R.- Señor, enséñame tus caminos.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.R.-
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R.-
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los secadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes.R.-
SEGUNDA LECTURA
Pablo nos invita a viajar ligeros de equipaje y a vivir libres de todas las cosas que nos atan a la tierra, mirando a Dios.
Dios lo hizo todo bueno y para nuestro bien, pero Dios, según Pablo, es el mejor de los bienes.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante.
Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Jesús anuncia el Reino y la buena noticia. Y llama a los primeros discípulos.
Hermanos, este es el tiempo de escuchar la llamada, tiempo de la respuesta y tiempo de vivir gozosamente con el Señor.
Dios pronuncia hoy tu nombre y te llama.
Escuchemos la proclamación del Evangelio.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios. Decía: -Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia.
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: -Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por los líderes de la Iglesia para que lleven el mensaje del arrepentimiento a los que buscan a Dios con un corazón sincero.
Oremos por la unidad de todas las iglesias cristianas y por el respeto mutuo.
El tiempo es breve y la figura de este mundo pasa. Oremos para que no nos perdamos acumulando meros bienes materiales.
Oremos por los enfermos de nuestra comunidad y por todos los que están en peligro para que sientan la protección de Dios.
Oremos para que el Señor siga llamando a nuestros jóvenes al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa.
Oremos por todos los difuntos de la parroquia y (nombres…) para que encuentren la paz y la alegría definitiva en el Reino de Dios.
OFERTORIO:
Ofrezcamos al Señor junto con este pan y este vino, todo lo que somos y tenemos. Para que Él nos ayude a vivir como verdaderos seguidores suyos.
COMUNION:
Jesús instituyó la Eucaristía para alimentarnos con su propio Cuerpo y darnos así una prenda de la vida eterna, recibamos este sacramento dignamente y con respeto
DESPEDIDA:
Seguir a Jesús es una opción radical y exigente… Vayamos a compartir con todos, el mensaje de amor y esperanza que hoy Dios nos ha dirigido.
Reflexión :
Durante la segunda guerra mundial un pueblecito de Baviera fue destruido por las bombas. La iglesia también quedó reducida a escombros. Entre las ruinas, los vecinos encontraron una imagen de Jesús sin brazos ni piernas. Terminada la guerra reconstruyeron el pueblo y la iglesia. Dudaban entre reconstruir la imagen o dejarla tal como la encontraron. Optaron por dejarla como la encontraron y le pusieron esta inscripción: "Ahora no tengo manos ni pies. A partir de hoy, ustedes serán mis brazos y mis pies para ayudar y curar este mundo roto."
El domingo anterior la Palabra de Dios nos invitaba a seguir estas cuatro consignas:
Yo creo que ninguno de nosotros podemos vivir con fuerza e ilusión el seguimiento de Jesús si no practicamos estas cuatro consignas.
A veces creemos ser más sabios que la Palabra de Dios y tenemos nuestros propios criterios, nuestro almacén de sabiduría y nos rebelamos contra Dios.
Muchos padres no entienden por qué tiene que existir una catequesisbautismal, de primera comunión o de confirmación. Lo arreglarían todo con celebraciones privadas aunque tuvieran que pagar más.
Y yo les digo, ojalá hermanos, hubiera catequesis, palabra de Dios, comunidad cristiana para todos, para todos los días, para toda la vida..
Como un hombre nunca está hecho del todo, un cristiano nunca se acaba de hacer del todo.
El cristiano no se gradúa. Nunca recibe el diploma de licenciado.
La Palabra de Dios, hoy, nos invita a dar un quinto paso. RESPONDER.
Todos hemos sido llamados pero no todos hemos respondido.
Los Ninivitas respondieron.
Los Corintios respondieron al "tiempo es corto".
Y Jesús nos dice: "el plazo está vencido. El Reino de Dios está llegando".
El tiempo es ahora, ya.
Simón y Andrés, Santiago y Juan "inmediatamente dejaron las redes ysiguieron a Jesús".
Dejaron familia, trabajo, amigos... y comenzaron a aprender un nuevo oficio: servidores del Reino de Dios. ¿Fueron los primeros llamados por Jesús? Tal vez sí, tal vez no, Sí fueron los primeros en responder y seguir al nuevo Maestro.
Y toda persona que lea los evangelios leerá estos nombres, nombres que inspiran asombro y confianza, valor y fe, atrevimiento y riesgo, llamada y respuesta, vida y destino, vida y muerte entregadas al servicio de su único Señor.
Estamos reunidos en la iglesia no sólo para decir: ¡qué hermoso, qué grande es mi Salvador! Estamos aquí para responder a la llamada de Jesús.
Ahora están de moda los concursos en televisión. Hizo furor el titulado:¿quiere ser usted un millonario?
Y uno piensa, eso no es para mi. No estoy preparado para responder a semejantes preguntas. Nos alegramos con el nuevo millonario pero, nos decimos, yo no seré nunca ese ganador.
En la vida cristiana, muchas veces, tenemos esa misma sensación. Y pensamos en la suerte que tuvieron Andrés, Simón, Juan y Santiago. Sí les tocó el millón pero el millón que otros no quisieron.
Muchos son los llamados, pocos los que responden. Así fue en el tiempo de Jesús, el evangelio nos cuenta la historia del joven rico que le dio la espalda. Y así es en nuestro tiempo.
Muchos escuchan el mensaje.
Muchos admiran a Jesús.
Muchos leen los evangelio.
Muchos van a las iglesias.
Pocos responden a Jesús. Pocos se ponen al servicio de Jesús. Muy pocos darían la vida por Jesús.
Y no olvides que la respuesta nace en un corazón limpio y libre y se da con gozo.
Y no olvides que la respuesta se da cada día, en el trabajo, en la familia...
Y no olvides que la respuesta es servicio humilde a los hermanos.
Érase una vez una mujer muy devota y llena de amor a Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y por el camino solían acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan absorta en sus devociones que ni siquiera los veía.
Un buen día, tras haber recorrido el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el culto. Empujó la puerta pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, esta vez con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no poder haber asistido al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba... y justamente allí, frente a sus ojos, vio una nota clavada en la puerta con una chincheta.
La nota decía:"Estoy ahí afuera". (La oración de la rana)